lunes, 12 de agosto de 2013

Capítulo 9.


Derek se había vuelto a inmiscuir en los sueños de las Höhner, aunque en esta ocasión añadió un nombre a la repetida información: “Peter Marshall”. ¿Será otro hermano? ¿El padre de Derek?

No lo dijo. Sólo repetía una y otra vez “Él tiene la culpa”.
Pero sea quién sea es parte del misterio. Otra pieza más que encajar.

A las niñas no les quedaba demasiado tiempo en el orfanato. No había vuelta atrás, no había solución, ya no podían hacer nada. Ni siquiera Azura podría, aun siendo la más aguzada a la hora de resolver misterios.

-          ¿Has soñado lo mismo que yo otra vez? –Pregunta Azura.
-          Otra vez Derek.
-          ¿Y tú Sherlyn? –Ella asiente rápidamente. –No podremos hacer nada, mañana nos vamos. Aunque podríamos escribir una carta a Rotenmeyer, ella sabrá que hacer.

Silencio. Risas.

-          Hablas como los mayores, ya no eres divertida, Señora Azura. –Comenta Daysha en tono divertido, aunque Azura no se lo toma como una broma, es la realidad.

Y así es.

Azura era tan avispada como Daysha y tan coqueta como Sherlyn e incluso se podría decir la más divertida de las tres, pero todo eso había cambiado.
Primero la muerte de su abuelo, luego la de su tío y finalmente la más dolorosa, la de sus padres, sin duda nunca ha sido fácil superar una muerte, pero sin duda la de un familiar es totalmente diferente y más difícil.
¿Cómo iba a superar fácilmente tantos golpes duros y de forma tan escalonada? Como si de las fichas de un Dominó se tratara, cayendo una tras de otra. ¿Serían ellas las siguientes?


●●●



Ander.
Aún resonaba su nombre en la cabeza de Sherlyn como si un eco insoportable decidiera martirizarla. Desde el día en que se enteró que se había escapado no había podido dormir una sola noche, como si de alguna manera esperara a que tocara su ventana y le dijera que fuera con ella, cual Peter Pan y poderse ir a vivir lejos a su propio País de nunca jamás.
Sin miedo. Sin miedo a sentirse de nuevo sola, triste e incomprendida.
Por muy cursi y de mayor que suene, con él era con el único que se sentía a gusto, con el único que sentía que podía hacer todas esas cosas que no se atrevía a hacer. De alguna forma fue su héroe en el orfanato, el que hizo posible que no llorara cada noche la muerte de sus padres recordando los buenos momentos que había pasado con él durante el día. Sin duda, era su mejor amigo.

Pero de nuevo, la pregunta asechaba…

                                               « ¿Cómo escapó? ¿Cómo escapó Ander? »


Ψ


En el mismo lugar oscuro de Nueva York.
-          ¡Sherlyn! ¡Daysha! ¡Azura! –Grita la voz de la Rotenmeyer.

Había llegado el día de la despedida.
Sonreían a la vez que lloraban. Por fin se iban.
Sonreían porque por fin se iban del odioso lugar, pero también lloraban por la gente que se quedaba: Su amiga Zallsie, Samuel, Hackett e incluso por la repelente Amanda. ¿Qué les pasaría a ellos? ¿Encontrarían un hogar o simplemente se quedarían allí hasta que les fuera permitido partir?

Es irónico. Ellas preocupándose por sus compañeros cuando realmente ellos se podrían considerar que están en el paraíso y ellas se acercan al infierno. Pero claro, eso ellas no lo saben. Tan sólo Rémi, Kay y nosotros.

Un abrazo, un beso y unas pocas palabras de despedida. Lo normal.
Pero lo sorprendente fue cuando Azura se atrevió a  abrazar a Rotenmeyer. Después de todo ella no era tan mala como parecía, había alguien peor.

-          Pequeñas. Ya han llegado Rémi y Kaytleen. Despídanse rápido. Si no es que ya terminaron con ello.

Un último beso y abrazo a Zallsie y salieron corriendo hacia la puerta con sus pocas pertenencias. Todas con una pequeña mochila en la espalda y además de eso Sherlyn llevaba un pequeño conejo de peluche al que llamaba Izzy.

Ahora tocaba la despedida más dura, la de Lucas.

-          “Tito” Luc, te vamos a extrañar. –Confirmó Sherlyn.
-          Y yo a vosotras…

El niño interior de Lucas volvió a salir llenándoles la cara de besos a las tres, para luego terminar con su particular pico en los labios.

-          Ahora al coche, que las esperan.

Dijo en tono algo brusco para evitar las lágrimas que estaba a punto de soltar.

-          ¡Espera Lucas! –Dijo haciendo una pausa la formal Azura mientras sacaba un sobre y se lo tendía a Lucas. –Dáselo a la señora Marshall.
-          Está bien…
-          Pero… cuando no esté Amélie presente… ¡¡ Y no la leas!! ¡¡Cotilla!!

Ψ


-          Muchas gracias pequeñas. –Dijo la voz de Derek. –No habéis logrado salvar mi descanso, pero lo habéis intentado, Gracias.

Esas palabras fueron bastantes doloras para Azura, la pequeña niña que había aceptado ayudarlo al escuchar como pedía ayuda, sin saber de qué se trataba, ni que escondía su historia.
Su única oportunidad de descansar en paz había sido perdida. Estaba condenado a vivir entre dos mundos.



Ψ


Orfanato de Nueva York, horas después de la partida de las Höhner.

Una muchacha alta, esbelta camina elegantemente acercándose a las verjas del orfanato. Parece nerviosa e incrédula, pero no se nota. Su forma de caminar, tan elegante, sigilosa y danzarina hace que cualquiera que la mire ignore cosas tan simples como el jugueteo nervioso que tiene con las llaves de su coche.
Al llegar a la puerta coge una gran bocanada de aire a la vez que se tranquiliza mentalmente a sí misma.

«Es una tontería estar nerviosa por esto»

Y tras varios minutos se arma de valor y toca en el enorme portón una ligera pero nerviosa sonrisa en los labios. Un minuto, dos, tres… Termina por perder la cuenta hasta que por fin escucha pasos acercándose a la puerta y se abre dejando ver al otro lado de la puerta una mujer de unos setenta años con un semblante serio, fastidiado por el paso de los años. Ignorando por completo el aspecto escalofriante de la señora se acerca ansiosa por preguntar.

-          ¿Qué desea señorita?
-          Hola señora, ¿Me gustaría saber si tres niñas alemanas con apellido Höhner Jager están en este orfanato?
-          Llegas tarde señorita. Hoy mismo han partido a su nuevo hogar.
-          ¿Sabes de alguien que podría darle un mensaje a las niñas?
-          Creo que sí. Dígame. ¿Qué quieres que les digan?
-          Simplemente que Eileen ha estado aquí.

Y ahí estaba Eileen sorprendida por el aspecto del Orfanato y más después de cómo había escuchado que se lo describía Lucas a las niñas, entusiasmado, mientras ella se resignaba a mirar cómo se las llevaba mientras la lluvia caía sobre ella y se mezclaba con sus lágrimas haciéndolas “invisibles”.
Y ahora se volvía a quedar atónita.
Sus esfuerzos habían sido en vano. Había pensado en dejar de estudiar para cuidar de ellas, esas niñas que en poco tiempo la cautivó.

«Ahora tienen un futuro mejor Eileen» Se convencí a sí misma, creyéndoselo.


Pero eso no era cierto. 



Continuará...


Ya sabéis, comentad, puntuad... y si queréis enviar un mensaje más directo a mi para alguna colaboración o cualquier otra cosa ajena a la historia podéis ir al final de la página donde encontraréis un formulario para comunicaros más directamente conmigo.

PD: Sé que este capítulo  es un poco soso, pero intentaré que el siguiente tenga algo más de acción, aunque no sé yo. Porque estoy intentando dar final a un episodio de sus vidas y necesito zanjar algunos temas... 
Estaré un tiempo fuera, no sé cuanto, pero prometo que escribiré todos los días en papel para cuando llegue publicar. 

Un beso. 

4 comentarios:

  1. Hola Sherlyn, me encantó el capitulo, como todos.
    Me dió pena que Eileen no pudiera verlas, con lo bien que me cae, también me entristecio las palabras de Derek, ya que no podrá descansar en paz...
    Pero tambien tengo una duda, que me acabo de acordad y tenia pendiente por decirtelo, en la sipnosis dice Que en una pequeña cabaña en medio de un frondoso y solitario bosque (o eso creo que era) cobija a tres niñas...
    Y yo tenía la duda de si habia cambiado eso o pasaba más adelante..
    Bueno besos y abrazos y espero con ganas el proximos capitulo.

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    1. Hola Anónim@
      Es cierto, en un principio tenía esa idea, pero ahora ha llegado un momento que no sé que hacer con esa idea si desecharla o usarla en un futuro, ya lo iré viendo... ya lo iremos viendo.
      Por el momemento quedan muchas sorpresas.

      Un beso y un Abrazo.

      SMHJ

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  2. Para nada soso... Me parece que enlazas fenomenal a los personajes sin agotar al lector.

    Te felicito. Un saludo

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    1. Muchas gracias por tu comentario y por haber tomado tu tiempo para leer mi blog.
      Ya yo me pasé por el tuyo y sinceramente me agrada.


      Muchísimas gracias de nuevo.

      SMHJ.
      Un abrazo.

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